EQUEKO – TUNUPA – IQUIQU (AYMARA)
El Dios de la abundancia y la fecundidad
INVESTIGADOR: ARNALDO URIBE ENRIQUEZ
Las tradiciones y costumbres que perviven en nuestro pueblo, su riqueza folklórica en general, hace que Puno sea reconocida como la Capital del Folklore Americano. La gran capital del mundo andino, porque como ningún pueblo presenta manifestaciones enraizadas con la leyenda y el mito, los comienzos de la magia y la religión, y que, a través de la historia han venido proyectándose con los cambios pertinentes, guardando en el fondo su esencia raigal.
Lo que ocurre en los actuales momentos con el culto al EKEKO en Puno y su región es solo un ejemplo, digno de analizarlo, estudiarlo y comentarlo, más todavía si comprobamos su difusión en lugares distantes a la altiplanicie puneña, con efectos sorprendentes por su cada día mayor popularidad y prestigio social en universos citadinos diversos.
Dice la sabiduría popular que la fe mueve montañas, así el hombre del Altiplano del Collao, en su afán de asegurar su porvenir, de asegurar su futuro, tan incierto en todo orden de cosas por estos lares, busca no solo una, sino en varias, muchísimas manifestaciones socio-culturales, un estado de seguridad psico-social, que apunte finalmente a un bienestar económico.
El altiplánico aymara o quechua, desde sus ancestros, mantiene invicta una conciencia religiosa eminentemente andina, fuertemente arraigada a su vida cotidiana, donde convive con una serie de seres que pertenecen a su universo religioso.