La primera historia se refiere a que antes de la llegada de los españoles, nuestros ancestros los incas le tenían mucho temor y miedo a los anchanchos o chinchilicos, seres maléficos que pululaban en los socavones durante el día y la noche, no se sabía que aspecto tenían. Al llegar ellos (los españoles) que consigo traían esclavos, animales, instrumentos y otros, Curas jesuitas y dominicos con la nueva religión, se bifurcaron por todas las regiones del Perú en busca de su adaptación, produciéndose el gran mestizaje entre aquella cultura y la nuestra.